En medio de las lágrimas escribo esto. Pero antes de empezar, creo que es necesario un poco de contexto. Hoy, Claudia López fue elegida como la alcaldesa de Bogotá.
Por eso, hoy estoy conmovida y emocionada de ver, por primera vez, a una mujer como alcaldesa de mi ciudad. Me emociono por todas las mujeres, jóvenes y niñas que sueñan a lo grande y que han escuchado expresiones por el estilo de: "Una mujer nunca va a llegar hasta allá". Me emociono porque ahora van a tener un modelo a seguir y van a ver que sí, que se puede llegar hasta allá, e incluso más lejos. Me emociona ver en ese cargo además de una mujer, a una feminista, a una mujer diversa. A una mujer que no nació con un apellido Santos, Uribe o Galán. Una mujer de clase media. Me conmueve saber lo que es sentirme representada.
Por eso, hoy estoy conmovida y emocionada de ver, por primera vez, a una mujer como alcaldesa de mi ciudad. Me emociono por todas las mujeres, jóvenes y niñas que sueñan a lo grande y que han escuchado expresiones por el estilo de: "Una mujer nunca va a llegar hasta allá". Me emociono porque ahora van a tener un modelo a seguir y van a ver que sí, que se puede llegar hasta allá, e incluso más lejos. Me emociona ver en ese cargo además de una mujer, a una feminista, a una mujer diversa. A una mujer que no nació con un apellido Santos, Uribe o Galán. Una mujer de clase media. Me conmueve saber lo que es sentirme representada.
Obviamente hay cosas de ella que no me encantan, pero prefiero quedarme con lo que nos une. Obviamente sé que hay muchísimo por cambiar, pero creo que este es un muy buen paso. Siento que es un respiro, algo necesitado.
Además, hoy fui jurado de votación. Me voy a dormir satisfecha, sintiendo que cumplí con mi deber.
Por esto, hoy me voy a dormir feliz.
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