jueves, 31 de diciembre de 2020

Adiós y gracias, 2020


¿Soy la única que quiere evitar los posts en los que todos hablan de tooodo lo que alcanzaron este año? No creo, honestamente. No me malinterpreten, me alegra que hayan hecho cosas y alcanzado metas, pero para algunos de nosotros no es mucho lo que hay por resaltar. Cuando se pierde a quien más quieres no se puede decir que ha sido un buen año. Por eso en esta ocasión, más que hacer un balance, lo que sí quiero es dedicar esta publicación a todo por lo que estoy agradecida, en medio de todo. 


A la maestra, mi hermana del alma, por estar ahí siempre, por acompañarme en el año más difícil por el que he pasado. Gracias por llorar conmigo, por escucharme y por preocuparte por mi bienestar. Por las llamadas y videollamadas de horas que me recargan el alma. 

A mi familia, por su vida, porque casi todos estamos hoy aquí. Gracias por estar siempre ahí, incluso cuando perdí la consciencia. Primera vez que me pasa algo así, por cierto. 

A todos los que me ofrecieron sus palabras de aliento, en verdad lo aprecio mucho. 

A mis amigos porque a pesar de que también están pasando por dificultades, están ahí, levantándome la autoestima. Años como este me enseñaron que puedo contar con los dedos de una mano los amigos que tengo. 

Debo dar gracias porque en medio de una pandemia, afortunadamente tengo un buen trabajo. 

Porque hay salud, porque llegué hasta este punto. Eso ya debería ser suficiente, yo creo. 

A los libros, que año tras año me salvan la vida. Esto sí voy a reconocerlo: 60 libros este año, desde 2015 no leía tanto. Que el universo bendiga a los libros. Ojalá el otro año pueda leer incluso más. 

A BTS, porque honestamente no sé qué habría sido de mí sin esta banda. Porque me recuerdan todo el tiempo que la vida sigue, que tiempos mejoren vendrán. Le dieron luz, mucha luz, y esperanza a mi 2020. No solo ellos, sino su música. Hablemos de talento, por favor. Ojalá pueda verlos algún día en vivo. 

A mi gato, que no sabe lo mucho que me gusta que venga a buscarme para "amasarme" y dormir, ni todo el amor que siento hacia él. Ojalá que viva muchos muchos años más. 

Porque NUNCA NUNCA faltó la comida sobre nuestra mesa ni sobre la de nuestra familia. 

Gracias a este año por enseñarme a valorar la importancia de las "pequeñas" cosas, como ir a un parque a leer, y a escuchar el viento entre los árboles, mientras en el fondo los niños gritan . O como salir al frente de la casa a tomar un poco de sol con mis gatos, mientras escuchaba música. Creo que fueron de los momentos más felices que este año me trajo. 

¡Ay! Se me olvidaba. Gracias por ese "concierto" al que pude ir este año. Mi primera vez viendo a Morat y mi primera vez viendo un partido en el estadio. Cómo me disfruté ese día. Hasta grité por un equipo de fútbol. Gracias también por las sorpresas de cumpleaños. 

Nunca me había cuestionado tanto lo que soy, lo que he hecho y lo que he dicho e incluso lo que nunca dije. Nunca antes había llorado tanto. Nunca antes me había arrepentido tanto. Adiós al peor año, al que me robó los últimos meses con mi abuela. Al año que en medio de todo, me recordó lo importante que es estar agradecido por lo poco o mucho que se tiene, lo importante que es mirar al cielo al levantarse, para no perderse el cielo despejado. 

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