domingo, 14 de marzo de 2021

Tres semanas

Ha pasado una semana ya desde que su abuela murió... Y ha sido la semana más rara. Le cuesta describir lo que siente, hay una especie de vacío en su interior. Ya casi ni lágrimas le salen, de hecho eso le ha puesto a pensar... ¿Por qué no ha llorado más? ¿Ya se le acabaron las lágrimas? ¿Por qué este proceso no está siendo como el anterior? si en ese entonces lloraba casi todos los días.. 

No llora mucho, pero se siente incompleta, siente un hueco dentro. Todavía no asimila del todo que esto esté pasando, que su abuela del alma se haya ido. Su relación con Dios aún no se recupera.

Ella asume que tendrá que acostumbrarse a sentirse un poco rota hasta que muera.

Recuerda las expresiones de su abuela, las conversaciones... Las videollamadas, las palabras de cariño, y suspira. Pensó que su abuela viviría más tiempo y no entiende por qué esto tuvo que pasarle a su abuela, que a duras penas salía a la calle y que siempre se ponía su tapabocas antes de salir de casa. Sabe que pierde tiempo y energía tratando de entender esto... Pero no lo puede evitar.

Se pregunta si acaso se ha vuelto un robot y es por eso que no llora... Así que recibe las pocas lágrimas que derrama con los brazos abiertos.

No entiende cómo se supone que debe seguir viviendo sin el amor de su abuela, sin su comida, sin escuchar su risa... Ya lleva tres semanas haciéndolo... Tal vez eso explica el vacío que siente adentro. 

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